Alrededor de 80 personas participan en el tradicional traslado de la rama de almendro desde la parroquia de Sant Lluís Bertran hasta la Asunción
Torrent vivió el pasado viernes la Entrà de la Flor, una de las celebraciones con más tradición del catálogo festivo de la ciudad. El ruido y el color de más de 8.000 cohetes llenó la calle de Ramón y Cajal en una noche marcada por un viento muy fuerte que, sin embargo, no impidió la celebración del acto y la asistencia de numeroso público a lo largo del recorrido.
Las celebraciones de la Entrà de la Flor empezaron a primera hora de la mañana. La comitiva de festeros, con los clavarios de este año de la Virgen María del Rosario al frente, recorrieron el término municipal para cortar la rama de almendro que por la noche se ofreció en la parroquia de la Asunción. Después los festeros y participantes se reunieron para almorzar y comer en la conocida como la caseta del Rosario.
Por la noche, los participantes se reunieron en la parroquia de Sant Lluís Bertran, donde empezó la tradicional paseada. Los ruido de los cohetes disparados con tenazas de madera por los clavarios y el resto de participantes –en total, cerca de 80- y la banda de música escoltaron la rama de almendro hasta la parroquia de la Asunción, donde el árbol, que representa la primera flor del año, se ofreció a la Virgen María. El acto y la jornada festiva concluyeron con la celebración de la abrochó, en la calle de Ramón y Cajal.
El alcalde Jesús Ros, el regidor de Fiestas, José Antonio Castillejo, con otros miembros de la corporación municipal, estuvieron presentes a lo largo del día de fiesta. Ros destacó de la celebración de lo Entró de la Flor “que se trata de una de las tradiciones más arraigadas y antiguas que tiene Torrent y que además, pose en contacto, diferentes generaciones de torrentinos y torrentinas”.