La Reina del Encuentro, Inma Muñoz Palencia, anunció la resurrección de Cristo con la apertura de la tradicional Carxofa y la suelta de Aleluyas
La plaza Mayor volvió a llenarse de emoción y color el pasado domingo con la celebración del Encuentro Glorioso, uno de los actos festivos más arraigados en la historia de Torrent que, un año más, despidió la Semana Santa rindiendo homenaje a la figura de Doña Germana de Foix. Miles de personas se concentraron en la plaza desde primera hora de la mañana para presenciar este momento único y de tradición centenaria, en el que se anunció la resurrección de Cristo entre vítores, aplausos y aleluyas.
Como cada año, las hermandades comenzaron a desfilar desde las parroquias de Monte-Sión y Nuestra Señora de la Asunción acompañando a las imágenes de la Virgen y Cristo Resucitado, respectivamente, para encontrarse junto a la Torre. La Reina del Encuentro y Ángel de la Resurrección, Inma Muñoz Palencia, descendió desde la parroquia de Monte-Sión por la calle del Convento junto a las y los cofrades de su hermandad, las Negaciones de Pedro, hasta llegar al pie de la Torre, donde anunció la resurrección de Jesucristo y proclamó el Aleluya junto a sus dos camareras, Berta y Anna, y los 14 pajes que portaron los 7,5 metros de cola del traje que lució en este día tan especial.
El anuncio de la resurrección de Cristo, y la música del Aleluya de Händel precedieron el icónico momento de la apertura de la Carxofa, cuando se liberaron los conocidos Aleluyas, miles de pequeñas tiras de papel con versos loando a la Reina y críticas satíricas de la actividad local.
Al finalizar el acto, la comitiva se dirigió hasta la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción para participar en la tradicional misa, que fue retransmitida en directo por la televisión pública valenciana, À Punt. Y, acto seguido, la Virgen fue llevada hasta la parroquia de Monte-Sión al ritmo de los tambores y cornetas. Los actos de la Semana Santa de Torrent concluyeron con la visita de Inma Muñoz Palencia y sus dos camareras al Ayuntamiento, donde firmaron y escribieron unas emotivas palabras en el libro de honor de la ciudad, dejando, así, constancia de su cargo en los anales de la historia de Torrent.