A pocos días del nombramiento de la Reina del Encuentro del 2017 y de la despedida de Carmen Verdet como Reina del 2016, a pocos días de pasar una hoja más en la historia de la ciudad y de la Semana Santa en Torrent, cuando los miembros de la hermandad del Santo Sepulcro creían que ya había pasado todo este intenso y emocionante ejercicio, de repente, a las 12.24h del día 6 de enero, el gordo del sorteo del Niño volvió a visitar Torrent 63 años después, y como ya pasó en 1954, con una gran parte del premio para una hermandad de Semana Santa.
Si paseaban por Torrent los días posteriores al sorteo, era difícil no escuchar “¿tú cuántas tenías?”, “¿también te ha salido algo, no?”, “alguna papeleta”, “un décimo”, “una alegría muy grande”, “es una muy buena ayuda”…No era de extrañar sabiendo que todo el premio, los 90 millones de euros, se repartió en nuestra ciudad. 45 series, formadas por 450 décimos, de las cuales la hermandad del Santo Sepulcro adquirió 35 series. La hermandad hizo 2.900 participaciones premiadas con casi 70 millones de euros con el número 08354. Un número que desde hace 35 años la hermandad jugaba a la misma administración, la número 3 de Torrent, donde Amparo Marcilla antes y ahora las hijas, Inmaculada y M. José, han llamado la suerte hasta que finalmente ha llegado.
A continuación les muestro varios testimonios con los cuales, seguro que la mayoría de los premiados se pueden identificar, cada uno de ellos con una situación personal diferente y con maneras diferentes de adquirir los décimos o papeletas.
Con el corazón todavía acelerado, a pesar de haber pasado 24 horas, Pepita, que jugaba el número también desde hace 35 años, explicaba como vivió el sorteo “Estaba apuntando todos los premios y cuando estaba saliendo el gordo, mi hijo me decía…”mira, empieza como nuestro décimo…” y yo seguía apuntando, pero cuando dijeron la última cifra, el 4, el boli se fue hacia abajo y el cuatro tiene una raya muy grande hacia abajo, muestra de la tensión y emoción del momento”. Su hijo Javi apuntaba “No salimos de casa en todo el día, teníamos una reserva para comer y la anulamos. Estábamos cómo asustados, en estado de shock”.
Gema y familia, miembros de otra hermandad, adquirieron las solicitadas papeletas, unas participaciones que no llegaron a todos los que quisieron y conscientes de la suerte de tenerlas en poder suyo recibieron así la noticía: “Estaba con mis abuelos, mi madre y mi hermano en una cafetería, y durante el sorteo alguien dijo que el gordo había tocado al Sepulcro. Enseguida fuimos conscientes que nos había tocado puesto que teníamos papeletas, a mi madre le sonó el teléfono y no tardaron en aparecer las primeras lágrimas. Al llegar a casa despertamos a mi padre todos emocionados”
Juanan, un torrentino del Sepulcro que trabaja en tierras británicas, recibió el mejor regalo de Reyes durante su visita de Navidad en Torrent “el premio supone una mayor tranquilidad y estabilidad económica para la familia. Yo tal vez con el tiempo pueda abrir un restaurante en Valencia pero de momento el premio me permitirá hacer más visitas a la familia durante el año”
Por su parte, Nando, con participaciones de la hermandad y como miembro de esta, afirmaba con tranquilidad “Yo no vi el sorteo, estaba durmiendo y me telefoneó un amigo para decírmelo, creía que era broma pero enseguida cuando miré el móvil tenía muchísimos mensajes y ya me di cuenta que era verdad”. Sin grandes pretensiones para el futuro y pensando a invertir el premio moderadamente, nos contaba “Estoy contento porque en la hermandad hay mucha gente a quien hace falta y aunque no les solucionará la vida totalmente, será un empujón muy bueno. Personalmente, me permitirá algún capricho que pensaba comprarme más adelante como una dulzaina y una tabla de surf. Pero haré vida normal, con la seguridad que tengo ahí unos ahorros que si en un futuro quiero comprarme un coche o empezar a pagar un piso por ejemplo, servirán de buena ayuda.”
También como miembro de la hermandad, Fran explicaba los primeros sentimientos vividos después del sorteo sin ser todavía demasiado consciente de la magnitud del hecho, incomparable a los de cualquier otra familia “En mi casa lo supimos por mi hermana que estaba viendo el sorteo en directo en una cafetería. Mi padre, cuando se lo dijo nos lo comunicó y no nos lo pudimos creer hasta que a través del WhatsApp la noticia se extendió. Realmente yo al principio todavía no era consciente de lo que había pasado. Después de la locura inicial, fuimos a la sede social de Sepulcro para celebrarlo con el resto de afortunados.»
Cómo relataba este último testigo, la sede de la hermandad del Santo Sepulcro funde el centro neurálgico de la fiesta. Después de que durante las primeras horas los focos de atención se centraron en la administración de lotería y la sede, ya por la tarde, la fiesta continuaba en la hermandad, donde no tardaron a sonar las cornetas y tambores y no paraban de llegar hermanos y medios de comunicación venidos de toda la geografía española.
Del mismo modo que durante estos días hemos escuchado por la calle palabras de alegría y relacionadas con la cantidad de lotería adquirida, también se han podido escuchar infinidad de historias de casualidades que han hecho que la suerte pasara de largo. Esto nos hace recordar una anécdota que nos lleva a la última vez que una lluvia de millones descargó sobre la ciudad de Torrent, con la hermandad de la Santa Faz y José María Chuliá como protagonistas. Este torentino trajo desde la administración número 19 de Valencia seis números, con tan mala suerte que tenía participaciones de todos los números menos del que jugaba la hermandad de la ceba, el 35.520, premiado con 32 millones de pesetas. Hablamos de 1954, cuando la hermandad de la Santa Faz, 10 años después de su fundación, adquirió todo el número y a diferencia del sorteo del 2017, en aquella ocasión el premio lo repartió íntegramente la hermandad.
Además de todas las familias que estaban en una situación difícil y ahora los ha llegado la fortuna, seguro que la hermandad no tardará en llevar a cabo iniciativas solidarias como lo ha hecho los últimos meses, pero ahora con más fuerza si es posible para ayudar quien más lo necesita. Por otro lado, es evidente que la Semana Santa en Torrent está en un crecimiento continuo en todos los aspectos y la hermandad del Santo Sepulcro, con alrededor de 700 hermanos, está consolidada como una de las más grandes y es clave en el desarrollo de la Semana Santa en la ciudad. Los tiempos cambian, y tal vez este premio no sólo ayude a crecer la Semana Santa torrentina y la hermandad, sino también a adaptarse a los tiempos, lo más importante en estos momentos. Es decir, mirar con optimismo al futuro sin perder de vista el pasado.